► Mito de Eco ◄ Las 3 trágicas historias de la hermosa ninfa sin voz

Los antiguos griegos se han caracterizado por compartir sus enseñanzas por medio de cuentos extraordinarios, así es el Mito de Eco, una historia llena de amor, pasión, obsesión, venganza, desamor; que nos enseña las consecuencias de los comportamientos egoístas.

Específicamente el Mito de Eco y Narciso nos muestra las aventuras de amor y desamor de la ninfa, y a través de esta leyenda, los antiguos griegos cuentan el origen del eco, ese fenómeno acústico procedente del choque de las ondas sonoras contra un obstáculo.

El Mito de Eco

Mito de Eco la ninfa sin voz
Mito de Eco la ninfa sin voz

En la mitología griega, la palabra Eco significa “sonido”, y era el nombre que llevaba la hermosa joven del monte Helicón.  Su madre era una ninfa y su padre un simple mortal, por lo que Eco no era de toda una ninfa, sin embargo, fue criada entre ellas.

La ninfa Eco, era poseedora de una hermosa voz y belleza, y gracias a su crianza con las musas, podía tocar todo tipo de instrumento y de su boca salían las más bellas palabras.

Fueron sus cualidades y virtudes que la hicieron acreedora de la atención de los hombres

El mito de Eco lo podemos encontrar en tres historias distintas:

  • Eco y la diosa Hera
  • Eco y narciso
  • Eco y el dios Pan

Eco y la diosa Hera

El Mito de Eco y Hera comienza cuando la diosa Hera, esposa de Zeus, descubre que la joven ninfa, la distraía con su hermosa voz y conversa agradable, para que Zeus pudiera cortejar a las demás ninfas.

La diosa llena de ira y celos, castiga a Eco quitándole la capacidad de hablar, y condenándola a solo repetir la última palabra de todo lo que escuchara.

En el mito de Eco, la joven decide apartar del trato humano, huyendo a los bosques.

El mito de Eco: La Ninfa Eco y Narciso

Una versión del cuento de Eco y Narciso, cuenta que después de recibir la maldición de parte de Hera, y estar viviendo apartada en los bosques, conoció al joven Narciso y se enamoró de él.

Narciso, un joven de increíble belleza, hijo de Liriope de Tespia y Cefiso, dios del rio; y así como era bello, era arrogante, tanto hombres como mujeres le admiraban, pero el no prestaba atención a nadie.

Tal fue la obsesión de Eco con Narciso, que ella no dejaba de perseguirle.  Un día, mientras ella le seguía, Narciso sintió que había alguien detrás de él, así que comenzó a llamarle; Eco, comenzó a repetir la última palabra de lo dicho por el joven y así, este pudo encontrarse con ella.

El mito de la ninfa Eco, relata que ella, incapaz de hablar con él, intento demostrarle su amor, pero Narciso, hombre fatuo y orgulloso sin la capacidad de amar a alguien más que el mismo, la rechazó y humillo.

Ella huye desgarrada por la humillación y termina de replegarse aun mas en la soledad, escondiéndose en las cuevas para morir de desamor. En su tristeza, en el mito de Eco, ella ora a los dioses para que castiguen a Narciso por su desprecio.

Así que el dios Némesis, respondió a su petición, condenando a Narciso a enamorarse perdidamente de su reflejo, tanto que murió de desamor al no poder satisfacer su deseo.  Al morir, nació una flor en el mismo lujar, llevando su nombre en honor a él.

Es uno de los mitos más conocidos que explica qué ocurrió con Narciso.

Eco y el dios Pan

Mito de Eco
Mito de Eco

El Cuento de la ninfa eco con Pan, es otra versión de Eco y la describe como una joven hermosa, que pasaba los días danzando con las musas y ninfas, estudiando como tocar cualquier instrumento de música.

Pan, el dios mitad hombre y mitad macho cabrío, protector de la fertilidad y la sexualidad, se entretenía acosando y seduciendo a las ninfas del bosque para recibir sus favores amorosos, todas caían rendidas, salvo Eco.

Pan se enojó con Eco debido a la enorme envidia que le tenía por sus dotes musicales y porque codiciaba su virginidad; la cual Eco no estaba dispuesta a compartir ni con los mortales ni con los dioses.

Pan en consecuencia, enloqueció a los hombres de los campos, para que buscaran y cazaran a Eco; y como animales salvajes le desgarraron sus carnes, esparciéndola por todo el mundo.

Pero la diosa de la tierra, Gea, recogió los fragmentos de Eco y los escondió dentro de si misma.  Así, le proporciono un refugio para su música y hermosa voz.

Y por orden de las musas, el cuerpo de Eco aun cantara, imitando con perfecta semejanza el sonido de cualquier cosa terrenal. Por su parte, Pan corre por las montañas buscando en vano al estudiante secreto que nunca puede encontrar.

Hasta el día de hoy, en la mitología griega del eco, se cree que es la voz de la ninfa perdida que se continúa oyendo desde cuevas y laberintos, repitiendo las últimas palabras habladas.

¿Tienes alguna duda o algo que añadir al mito de Eco? Nos gustaría que complementaras la historia con alguna curiosidad que no hemos mencionado, también puedes dejarnos un comentario en el cuadro de texto.