No existe noticia más trágica que la muerte de un niño. Tal es el caso de la leyenda de la niña del Panteón en la que se cuenta de una pequeña niña que deambula por los alrededores del cementerio. A veces se le ve jugar y correr, mientras que otros aseguran que les ha hablado preguntando si quieren jugar con ella.
Lo cierto es que las leyendas de niños que aparecen en cementerios son muchas pero la historia de Irene, la niña del Panteón en Guadalajara se caracteriza por su precedente histórico que permite asegurar que se trata de una historia real.
¿Qué cuenta la leyenda de la niña en el panteón?
Cuenta la leyenda que la familia Hernández era una de las familias mejor posicionadas de Guadalajara para la época. Un triste día, debido al fallecimiento de un ser querido, quien muchos afirman se llamaba Humberto, la familia Hernández acudió al Panteón a decir el último adiós.
Extrañamente, los Hernández decidieron que su pequeña hija de 7 años los acompañara a la sepultura de Humberto, ya que tenían la idea de que era hora de que Irene fuese conociendo los rituales de la muerte, explicando que esta formaba parte del ciclo de la vida.
Cabe destacar que la leyenda recalca que muchos familiares no estuvieron de acuerdo con que una niña tan pequeña entrase a un lugar tan cargado de muerte. Sin embargo, los Hernández no cedieron en su decisión y se presentaron en el lugar con Irene.
Pasado el tiempo de rigor para despedir a Humberto, todos los familiares regresaron a casa donde pensaban refugiarse en la compañía de los que le habían sobrevivido y a compartir las anécdotas que este había pasado en vida cuando notaron que la pequeña Irene no se encontraba con ellos.
Rápidamente, decidieron regresar al cementerio para buscarla. Lamentablemente sus esfuerzos no rindieron frutos y así las horas se convirtieron en años sin que se volviera a saber de la pequeña. Irene no volvió a verse ni viva ni muerta.
El pesar cubrió como un manto a los padres de la pequeña, quienes se culpaban de tan lamentable hecho.
Pasados los años, y aun con el recuerdo de Irene cálido en sus memorias, la esposa de Humberto, el familiar sepultado el mismo día de la desaparición de Irene, también murió. Dejando como última petición ser enterrada con su amado esposo Humberto.
Los Hernández jamás hubiesen estado preparados para lo que pasaría ese día cuando, al exhumar la tumba de Humberto, encontraron los restos de un cadáver que a todas luces indicaba ser de un niño pequeño.
Luego de pocas horas se confirmaron sus peores temores cuando les dieron la noticia de que se trataba de los restos de Irene, quien, según las pesquisas reveló una contusión en el cráneo que podría haberle causado una muerte instantánea.
La versión que se levantó fue que la pequeña Irene había tropezado y caído dentro del hoyo que se había cavado para sepultar el féretro de Humberto, golpeándose la cabeza con una roca para luego morir de forma instantánea, donde a los pocos minutos, el ataúd de Humberto fue colocado, sepultando así su pequeño cuerpo.
La leyenda de La niña del panteón en la actualidad
Luego de tan lamentable muerte, muchos visitantes del Panteón de Guadalajara afirman ver a una niña que recorre los alrededores del campo santo y al cruzarse con algún obstáculo que la oculte brevemente, desaparece sin dejar rastros.
Los restos de Irene podrán haber sido descubiertos y enterrados como lo dicta la ley de la muerte, pero su alma siempre estará atrapada sin descanso en ese Panteón que la vio esperar por años a que sus padres viniesen por ella a buscarla.
La leyenda de la niña del Panteón es una de muchas otras que al parecer se esmeran por aterrorizar a grandes y chicos con historias de niños que deambulan en cementerios. Sin embargo, en el caso de Irene, ningún visitante que la haya visto puede decir que esta tenga una energía negativa o de maldad, ya que más bien refleja soledad.
Curiosidades sobre la leyenda de la niña del Panteón
- Curiosamente, la niña del panteón aparece en el mismo lugar donde otros niños de leyendas mexicanas también han sido sepultados.
- A diferencia de las leyendas de otros niños en cementerios, la leyenda de la niña del panteón resalta que Irene siempre se mantiene dentro de los límites del cementerio.
- Irene suele abordar a algunos visitantes del Panteón para pedirles juguetes o que jueguen con ella por unos minutos. Sin embargo, cuando esta se aleja un poco desaparece inmediatamente y no se vuelve a ver por el lugar.
- En el caso de Irene, gusta más de jugar con vivos y los juguetes que estos le obsequian tampoco vuelven a verse por el lugar, ya que tampoco los deja en las tumbas de otros niños.
Si sabes algo más acerca de la niña del panteón que hemos omitido, puedes compartirla con nosotros en la caja de comentarios, seguro que podrás ayudar a otro interesado.