El mito del carro alado estaban en un dialogo que realizo Platón, llamado el Fedro, esta obra hecha por este gran filósofo se basa en el amor, pero también tiene otros temas como la muerte, la belleza, la ética o el destino del alma.
En esta obra literaria, Platón explica su visión del alma, donde la representa en un auriga que viene siendo la parte racional del alma humana. Este conduce un carro que es tirado por dos caballos, los cuales uno de ellos es bueno y el otro malo, ellos representan la parte irascible y la parte concupiscible.
El auriga, siempre tiene mucha dificultad para controlar eficientemente a los caballos, ya que estos se debaten entre el bien y el mal, así como ocurre con el alma humana.
La razón o el auriga, es el que lleva y controla al humano el camino de la verdad, a la luz, ayudarlos no es una tarea sencilla, ya que existe el conflicto entre los caballos que quieren ir en direcciones contrarias, igual que suele sucedes con el interior del alma de las personas.
Platón y el carro alado
Platón crea este mito del carro alado por las dificultades que hay para cumplir la misión del alma y poder proteger a todo lo inanimado, y como el carro que conduce tiene alas, puede volar por los cielos para ver todo lo que ocurre en el mundo desde el aire.
El cuerpo del ser humano se puede mover y unido junto con el alma, es cuando se convierte en un ser humano completo. El alma es lo que distingue a los seres humanos en seres animados e inanimados. Hay que tener en cuenta que los griegos relacionan el movimiento con lo que está vivo.
También creen que el alma puede elevarse a un ser divino, siendo lo bello, la sabiduría, lo bueno y muchas otras virtudes que permiten aumentar el tamaño de las alas que tiene nuestra alma, en cambio si fuera en la dirección opuesta, puede provocar que se pierdan las alas y causar lo malo que existe en el mundo.
Los mitos de platón más conocidos
Platón relataba en su mito del carro alado, existía un mundo supraceleste, allí todas las almas encuentran alimentos. Este tipo de alimento es la justicia, en donde se puede entrar solo con la razón y es la que controla el alma de todos los seres humanos, la cual representa la sabiduría y el ser verdadero.
Solo las que sean alma divina, van a poder subir sin inconveniente hacia los cielos, y los caballos que guían el carro son buenos, debido a que el alimento que consumen ellos es la sabiduría. En cambio, las almas de los seres humanos son guiadas por los dos caballos que están en conflicto, por lo cual guiarlos de forma correcto puede ser una tarea difícil.
Explicación del mito del carro alado
El mito del carro alado, se basa en el alma. En otras palabras se puede decir que el alma se parece a una fuerza que como si nacieran juntas, el cual están unidos una yunta alada y el auriga. Los cocheros que conducen el carro y los caballos de los dioses son todos buenos, mientras que la de los seres humanos es mezclada.
El mito del carro alado se basa principalmente en que hay un conductor que es el guía que dirige la yunta de caballos, luego están los dos caballos, donde uno de ellos es bueno y hermoso y el otro es todo lo contrario, es malo y feo. Por ende, el control sobre ellos resulta difícil.
Todo aquello que sea alma, está a cargo de lo inanimado, donde puede recorrer el cielo, obteniendo una formas y luego otras. Si el alma es perfecta y tiene alas, puede ir a las alturas y gobernar el cosmos.
Mientras que todas aquellas que hayan perdido las alas, van a la deriva, hasta donde se pueden agarrar de un objeto que sea sólido, para luego hacerse en un cuerpo que sea terrestre y se mueva a si mismo con la fuerza.
Según el mito del carro alado, la causa por la cual se desprenden las alas, del alma es porque el poder natural que tienen las alas es poder levantar lo pesado, para poder llevarlos hacia arriba en donde pueden subir solo los que tienen el linaje de los dioses.
Conclusión del mito del carro alado
Todo lo referido con el cuerpo es lo que está más unido a lo divino, y todo eso sabio, bello y bueno. Por lo cual de esto mencionado es que se alimenta el alma y crece, sobre todo los plumajes que tiene el alma. En cambio si se hace todo lo contrario se consume y se acaba.
Nunca un alma que no haya podido ver la verdad va a poder tomar alguna figura humana. Por ende, la única mente que es alada es la del filósofo, debido a que en la memoria de este se encuentra todo los conocimientos de que un dios sea divino.
